A F.U.D.O.S.I. foi formada em 1934 “para proteger as liturgias sagradas, ritos e doutrinas das Ordens iniciáticas tradicionais de serem apropriadas e profanadas por organizações clandestinas”. A F.U.D.O.S.I. não era uma Ordem, mas uma Federação Universal de Ordens e Sociedades esotéricas e autônomas, portanto, um órgão administrativo antes de tudo.

“Algumas pessoas, cujas mentes ainda não receberam luz suficiente, desejam saber por que era necessária uma Federação Universal. As Ordens e Sociedades Iniciáticas que, no seu próprio campo de trabalho, desfrutam da mais absoluta e completa liberdade e perfeita autonomia e independência. A esta questão nós podemos responder que, mais que qualquer outra coisa, está no trabalho iniciático que a maior vigilância é indispensável e que uma disciplina internacional estrita e ativa deve ser exercida.

Nós devemos reconhecer e lamentamos a existência de muitos falsos profetas e vários auto-proclamados iniciados que usam, para propósitos egoístas e tirânicos de dominação, o pretexto da iniciação para explorar as pessoas crédulas e sinceras. Era tempo de advertir o público contra estes falsos líderes e contra doutrinas nocivas que eles ensinaram às almas confiantes.

Em cada país, cada Ordem autêntica e regular conhece seus imitadores e tais falsos profetas. Era necessário vigiar estes movimentos clandestinos, expor estes impostores ou instrumentos ocultos e evitar sua força, em todos os países, onde quer que eles estejam operando, e assim evitar qualquer confusão entre as Ordens regulares e autênticas e as Organizações falsas que são prejudiciais ou que ofereçam ensinamentos que nada têm a ver com a Tradição Universal e o Esoterismo.

E também era necessário que as Ordens autênticas tivessem cuidado ao selecionar os seus membros e oficiais e manter os seus adeptos e estudantes no caminho correto das verdadeiras doutrinas, obrigando-os a seguir uma linha estrita de disciplina, trabalho racional, sincero e consciencioso, para evitar ensinamentos radicais e heterodoxia. Este imenso trabalho que era pretendido e que protegia as Ordens contra os seus inimigos internos e exteriores foi efetuado com sucesso pela F.U.D.O.S.I. e continua ocorrendo.” (Jornal da F.U.D.O.S.I., novembro de 1946)

 

Saturday, December 10, 2005

Pierre-Augustín Chaboseau (1868-1946) – Un Servidor Desconocido por Christian Rebisse

Cuando se evoca la Orden Martinista, inmediatamente viene a la memoria el nombre de Papus. A menudo se olvida que este movimiento espiritualista cuenta con brillantes personalidades, sin las cuales no hubiera alcanzado el éxito con que la hemos conocido. Aunque algunos colaboradores de Papus, tales como Stanislas de Guaita, F. Ch. Barlet (Albert Faucheus), Sédir (Yvon Leloup), son de sobra conocidos, hay otros como Victor Emile Michelet y Augustín Chaboseau que han quedado en la sombra. Conocemos mejor a Victor Emile Michelet desde que Richard E. Knowles le ha dedicado un libro (1), pero Augustín Chaboseau, ha sido ignorado por los biógrafos (2) Este servidor desconocido, esconde sin embargo, múltiples talentos. Y si bien es cierto que Papus fue el Organizador del Martinismo moderno, a menudo se olvida que tuvo un asociado, Augustín Chaboseau, y que éste debe ser considerado como fundador de la Orden Martinista. Ha llegado, por tanto, el momento de que conozcamos más ampliamente esta atrayente personalidad, por su contribución a la conservación del Martinismo Tradicional y por su cualidad de humanista. Hemos podido redactar esta biografía gracias al reciente descubrimiento de los archivos de la familia de Augustín Chaboseau. Las principales informaciones que figuran en este articulo, pertenecen a un pequeño cuaderno titulado “In Memoriam de Augustín Chaboseau”, escrito por Madame Rosalie Louise Chaboseau poco despues de la muerte de su marido. (3). Tambien van a ser utilizadas las notas manuscritas que Augustín Chaboseau tenía cuidadosamente archivadas, y que estaban destinadas a formar parte de su diario, bajo el titulo de: “Mi libro de abordo, sesenta años de navegación Literaria y Política”.


LA FAMILIA CHABOSEAU

Pierre Augustín Chaboseau nació en Versalles el 17 de Junio de 1868, su doble nombre nos lleva hasta sus orígenes. El primero, Pierre, lo heredó como continuación de una larga tradición familiar que provenía del siglo XIII. Efectivamente, hacia 1220, el Duque Pierre I (4), se detuvo un día en una posada y actuó de padrino del primer recién nacido de un antepasado de la familia Chaboseau. A partir de ese momento, fue tradicional que el primogénito de cada generación llevara el nombre de Pierre. La familia Chaboseau (que anteriormente se escribía Chaboseau de la Chabossiere) tiene sus raíces en la nobleza Francesa, y Pierre-Augustín hubiera podido hacerse llamar por los siguientes títulos: Marqués de la Chabossiere y de Langlermine, Conde de Kercabus, Kerpoisson, de la Moriniére, Trévenégat, la Béliniére, la Pommeraye, Barón de la Borde, de Atrie, el Poreau, Rivedoux. Los Chaboseau eran también Señores de la Fuye, Procé, Bodoüet, la Guionniére, la Tillerolle, Saint-André, Kerlain, Kefressou, Kernachanan, tierras nobles del poitou, de vendée, de Maine y Loire, Mayenne, Sarthe, Bretagne, Loire inferior ille y Villaine, Orne y Côtes Nord (5). Durante la revolución francesa, el poseedor de estos títulos los quemó en “el altar de la razón”, y se arruinó completamente.

Augustín no utilizó jamás el nombre de Pierre para firmar ninguna de sus obras, ya fueran poéticas, literarias, científicas o históricas. Tan sólo utilizó el de Augustín. Este segundo nombre le fue dado por su madre, Elisa-Celestine (1847-1920) en recuerdo de su padre, Antoine-Augustín Lepage, a quien rendía un verdadero culto. Augustín-Marie Chaboseau (1835-1898), padre de Augustín, era militar, y su carrera le exigía frecuentes desplazamientos. Estos viajes no fueron nunca un problema para los estudios del joven. Es necesario decir que el joven Augustín demostró siempre una aptitud fuera de lo común para los estudios. El trabajo del Liceo no podía saciar su apetito intelectual; “devoraba” todos los libros de las bibliotecas escolares y todos aquellos que sus padres y amigos ponían a su disposición.


LA JUVENTUD

A la edad de catorce años, ya había leído enteramente la Biblia. Esta lectura trastornó hasta tal punto al joven adolescente, que constituyó el punto de partida de lo que a lo largo de toda su vida, fue su mayor preocupación: leer, estudiar y comparar los textos sagrados de las distintas religiones. Dedicó sus vacaciones de navidad del año siguiente a la lectura de El Corán, una vez que hubo regresado al Liceo de Mans, fue el diccionario de ciencias filosóficas de Adolphe Franck lo que leyó y releyó, tomando numerosas notas. Después fue el diccionario de las literaturas redactado bajo la dirección Vapereau, lo que llamó su atención. Lo recalca en su diario: “Lo que aprendí gracias a Franck y Vapereau durante el año escolar 1882-1883, es la base de lo que se considera mi erudición”. Al año siguiente se sumerge en “La Imitación de Cristo”. ¿Es Augustín Chaboseau un superdotado? Es difícil de afirmar, en cualquier caso, posee aptitudes poco comunes en algunas materias. “Los Franceses conciben que se tenga una vocación irresistible por la música, el dibujo, la pintura... Pero nunca nadie ha admitido que se sienta un gusto similar por el poliglotismo. Sin embargo... antes de mi entrada en el Liceo, mi madre había comenzado mi iniciación en el Inglés, mi padre había hecho lo mismo con el alemán, y me había confiado a un bachiller para que me enseñara el latín que correspondía al programa del octavo curso. Excelente preparación, pero insuficiente para explicar que desde que llegué al séptimo curso, fuera el mejor alumno de latín y de alemán, y que cuando pasé al sexto, fuera el mejor en griego, y todo ello sin apenas darme cuenta, incluso puedo decir que sin el menor esfuerzo. Así continuó todo durante los cinco o seis años siguientes en lo relativo al italiano, provenzal, catalán, español, portugués, así como flamenco y holandés. Cuando estuve en Pau, en tan sólo unas semanas me familiaricé con el bearnés, y después naturalmente, con el gascón. Después de la enseñanza secundaria, me sumergí hasta el cuello en el sanscrito. Un ruso me enseñó su lengua en pocos meses, y como consecuencia, no tardé en poder traducir cualquier cosa del olonés y del servio (6) Más tarde, aprendí el bretón, el esperanto, y al mismo tiempo leía el sánscrito y el pali”. A este don de lenguas, hay que añadir el que heredó de su padre: la música. Tomó clases de piano desde los seis años de edad, y toda su vida tuvo pasión por la música y el canto. La partida de su padre hacia otra guarnición, fue ocasión de nuevos encuentros que le abrieron otros campos de investigación. A pesar de este desplazamiento, el padre de Augustín quería que su hijo terminara el año escolar en el liceo de Mans, y por ello, le confió a su amigo Jean Labrouse que como el padre de Augustín, era oficial. Los Labrouse eran espiritistas convictos y estaban muy unidos a Pierre-Gaetän Leimarie, redactor en jefe de “La revista Espiritista”. Este encuentro abriría el espíritu del jovencito hacia “Los Mundos Invisibles” y contribuiría a depositar en el “el primer germen de sus preocupaciones místicas” (7).


PIERRE-GAETAN LEYMARIE Y EL ESPIRITISMO

Aquí es necesario detenerse unos instantes en la personalidad de Pierre-Gaetän Leymarie (1817-1901) Fue uno de los más ardientes discípulos de Allan Kardec, el fundador del espiritismo. Pero si Pierre-Gaetän Leymarie era un espíritu tremendamente activo, también era un humanista, y ofrecía las columnas de su revista a todos los que defendían “una causa espiritualista, o esencialmente humanitaria o moral” (8). Fue un militante de la causa de la paz, y uno de los pioneros de la emancipación de la mujer. Leymarie se había dado cuenta de que sus contemporáneos no estaban aún preparados para comprender las nuevas ciencias psíquicas. De la misma manera estimaba que eran necesarios muchos esfuerzos para desarrollar la cultura general de los franceses. Para conseguir este objetivo, secundó, en compañía de su mujer y de su amigo Jean Macé, la fundación de la “liga para la Enseñanza” (9).

En 1889, Pierre-Gaetän Leymarie organizó el primer congreso espiritista internacional sobre suelo francés. No sólo era un hombre sensible, sino tambien desinteresado y modesto. Ejerció cierta influencia sobre numerosas personalidades (10). Murió en 1901, y su tumba lleva la siguiente inscripción: “Morir es abandonar la sombra para entrar en la luz”. Los Labrousse hablaban mucho de Leymarie a su joven amigo Augustín, pero no fue sino mucho más tarde en París, cuando se produjo el encuentro de ambos. Pierre-Gaetän Leymarie ejercería una enorme influencia sobre Augustín Chaboseau. Al igual que el, Augustín se sentirá apasionado por la educación y dedicará parte de su tiempo a la “Liga para la Enseñanza”, como el, luchará para obtener los derechos de la mujer; como el, no se contentará con elaborar bellas e intelectuales teorías a la sombra de un salón confortable, sino que se interesará en primer lugar por la práctica.


EL MUSEO GUIMET

Volvamos a Augustín Chaboseau. A los 18 años se encuentra con el difícil problema de orientar su vida. Augustín tenía diversas vocaciones, le atraía la literatura, pero también le tentaba la música. Finalmente se dedicará por la medicina. A pesar de todo, su talento de escritor le servirá para financiar sus estudios. En el mes de Agosto de 1886 publica una novela “El cura de Bosdarros” en “La Estafeta”, animado por este primer éxito, en el mismo mes publica una segunda: “Lucrecia”. De esta forma, comienza una larga serie que le llevará a colaborar en numerosos periódicos y revistas. Para poder seguir sus estudios de medicina, debe abandonar a su familia y instalarse en París. La vida parisiense le abre nuevos horizontes. En París acaba de abrir sus puertas un nuevo museo dedicado al estudio de las religiones y de las civilizaciones de Oriente. Efectivamente, Emile Guimet acaba de traer a París una magnífica colección de objetos de culto, libros sagrados y una rica biblioteca (11). Augustín se convertirá en asiduo visitante de este museo, hasta el punto de que León Milloué, el conservador y bibliotecario, le nombra su adjunto. En ésta época nace su gran pasión por el Budismo.


LA INICIACIÓN MARTINISTA

Sus padres, inquietos al dejar sólo en París al joven estudiante, le habían recomendado que visitara a su pariente, la marquesa Amélie de Boisee-Mortemart (12). Era una mujer llena de gracia y distinción. Llevaba viuda varios años y totalmente arruinada por su marido, vivía dando clases de piano, de canto y de acuarela a una clientela mundana y burguesa del barrio de Ternes. Artista de múltiples dones, también escribía artículos en diversas revistas. Desde su primer encuentro, se estableció una gran complicidad entre Amelie y el joven Augustín. En el plano literario llegó a publicar en su propio nombre un artículo escrito por Augustín en “El Arte y la Moda” en Marzo de 1891. Pero fueron sobretodo sus afinidades místicas las que más les acercaron. Amélie se interesaba grandemente por el espiritismo. “Era Mística, ninguna ciencia oculta tenía secretos para ella. Si bien es cierto que seguía la línea de Adolphe Desbarrolles (13), lo que más le apasionaba era el Martinismo” (14). Si el joven Augustín conocía lo que era el espiritismo, ignoraba totalmente todo lo que se refería al Martinismo, por lo que Amélie decidió educarle en este tema. “Me prestó los libros de Elme Caro, de Jacques Matter, de Adolphe Franck” (15). A continuación los de Saint Martín. Después, no dudó en iniciarme de la misma manera en que ella lo había sido por Adolphe Desbarrolles, discípulo directo de Henri de Latouche (16). De esta forma, en 1886, Augustín Chaboseau, se convertía en S.I. y entraba en la cadena de iniciados martinistas que se remonta a Louis-Claude de Saint-Martín. Sin embargo, el Martinismo todavía no estaba organizado, y no se podía hablar aún de “Orden Martinista”. Fue un encuentro providencial el que iba a hacer cambiar la situación.


EL ENCUENTRO CON PAPUS

Algún tiempo después, Jean Labrouse se instaló en París, y era natural que volviera a encontrarse con Augustín Chaboseau y que le presentara a su amigo Gäetan Leimarie. Este le puso en contacto con el ambiente místico y esotérico parisiense y le ofreció colaborar con “la revista espiritista”. El 15 de diciembre de 1889, Augustín publicó en esta revista un informe sobre Los Oficios Budistas en la exposición Universal de París. Fue en París donde hizo amistad con numerosas personalidades tales como los Hermanos Cros, Villiers de L`Isle-Adam, que llegó a convertirse en su íntimo amigo, Emile Bourdelle... etc. Por consejo de Leimarie, el joven externo de medicina se presentó en el hospital de la Caridad y allí conoció a Gerard Encause, un joven interno que empezaba a hacer algunas publicaciones bajo el seudónimo de Papus. De esta forma nació una gran amistad. En largas discusiones sobre el esoterismo y la Mística, descubrieron que ambos eran Martinistas y decidieron la creación de una Orden Martinista que pudiera transmitir esta iniciación. Y es por este motivo, por el que debemos considerar a Augustín Chaboseau como fundador de la Orden Martinista. Papus y Augustín Chabuseau se unen a algunos amigos tales como Stanislas de Guaita, Lucien Chamuel, F. Ch. Barlet, Maurice Barres, Josefín Peladan, Victor-Emile Michelet, asi como otros más, y de esta forma nace la Orden Martinista, hacia 1890. Papus es un organizador, de manera, que con el fin de asegurar el éxito de esta empresa, crea toda una estructura, en la que está comprendida una librería, una sala de conferencias y revistas. Augustín colabora en la revista “La Iniciación”, de 1889 a 1891, posteriormente Papus le confía el cargo de redactor jefe de la revista “El Velo de Isis”. También será secretario de redacción de “Psique”, revista de la que era redactor jefe Victor-Emile Michelet. En 1889, tuvo lugar en París un congreso espiritista del que Gäetan Leymarie escribió un informe en un grueso volumen. En este libro, se encuentran informes de Augustín Chaboseau sobre las ponencias alemanas, holandesas e italianas. Todo esto no impide que Augustín Chaboseau continue con sus estudios de medicina. Sin embargo, cuando llega el momento de ocuparse de la tesis, Augustín siente escrúpulos. La idea de que la vida de otros esté entre sus manos le causa pavor. Por ello decide abandonar la medicina y dedicarse por entero a la literatura. Papus le anima en éste sentido, y conociendo su pasión por la filosofía budista, le insta a escribir un libro sobre este tema, diciéndole: “Conoces a fondo las religiones, las filosofías y las artes de extremo Oriente, incluso tu situación en el museo Guimet te permite documentarte fácilmente” (17). Augustín pone manos a la obra, no contentándose con traducir los textos sagrados, aprende el sánscrito y trabaja directamente sobre los textos antiguos. Desde 1890, Augustín presenta su manuscrito a Papus y juntos lo llevan al editor Carre que publica este libro en 1891. Papus crea en el seno del Grupo Independiente de Estudios Esotéricos, una sección consagrada al estudio de las ciencias orientales dirigida por Augustín Chaboseau. Cuando en 1891, Papus publica su “Tratado Metódico de lãs Ciencias Ocultas” (ed. Carre), pide a Augustín Chaboseau que le prepare como anexo a su libro, un glosario de los principales términos de la ciencia oculta oriental. Este apéndice se publica también en un pequeño folleto. Durante los primeros años del Martinismo. Augustín Chabuseau será, junto con Stanislas de Guaita y Chamuel, el mejor colaborador de Papus. En 1891 los Martinistas deciden dar un mayor relieve a la Orden Martinista, y en el número de Agosto de 1891, “Iniciación” publica la creación de un Consejo Supremo compuesto de 21 miembros que, a partir de ese momento, dirigirá la Orden. Augustín Chaboseau será miembro de ese consejo, y tendrá el número 6 dentro de este grupo de 21 personas. En Julio de 1892 la revista “La Pluma” presenta a sus lectores un número especial sobre la Magia. Augustín colaborará en esta revista con un artículo titulado “La Cadena”, más tarde, al final del mismo año, Stanislas de Guaita le nombra miembro de la “Orden Cabalista de la Rosa+Cruz”. Esta Orden constituía una orden interna dentro de la Orden Martinista.


DEL ORATORIO AL LABORATORIO

Augustín Chaboseau es un hombre pegado a la tierra, le gusta tener en cuenta la realidad, por lo que el trabajo especulativo de las logias no le apasiona durante demasiado tiempo. “Siempre prefirió el altruismo al estudio especulativo. Todo conocimiento, solía decir, es inútil, vano y egoísta, si no puede contribuir de forma inmediata al bien de los demás” (19). Por eso, a partir de 1893, deja de participar en las reuniones de las Logias para volver a sus ideas de emancipación a través de la pluma y la palabra. Pide cesar en el Consejo Supremo de la Orden Martinista para lanzarse a la acción. Papus, por respeto, siempre le guardará su plaza, y su cargo no será nunca ocupado por ningún otro miembro. Augustín, durante todos estos años, ha multiplicado sus contactos. Durante el transcurso de las cenas de “la revista Moderna” ha entrado en conocimiento con numerosas personalidades de las artes y de la política. Es en este período en el que creará un mayor número de novelas y de artículos en diversas revistas y periódicos (20). La lista es tan larga que no pueden ser citados aquí más que algunos de ellos: La Familia, La Aurora, La Acción, La Pequeña República, El Correo de la Tarde, El Fígaro, La Mañana, El Parisiense etc. Utilizará diversos seudónimos como firma: Pierre Thorcy, Penndok, Pendok, Pendoker, Arc´Hoaz, el Chat Botté, Candiani, Henri Olivier, etc.


CHABOSEAU TRADUCTOR

Su colaboración en “La Pequeña Republica”, tuvo una gran importancia en su vida. Fue allí donde conoció a Benoit Malon, a Fourniére y a todos los cabezas del movimiento socialista de la época. Y fué con ellos con los que entró en el mundo de la política. En ésta época, sus preocupaciones cambiaron, empezó a cuestionarse sobre las poblaciones del Este, los Serbios, los Checos, Polonoses, Hindues y Zulús. Es en ésta época cuando sus trabajos de traducción toman una mayor amplitud. Pondremos algunos ejemplos: Tradujo del ruso “La Petición de Boda” de A. Chejov, del inglés, “La ciudad eterna” de Hall Caine (21). Participó también en los trabajos de la “liga de los derechos humanos” y tomó parte activa en la constitución de diversas universidades populares. Entre 1898 y 1907 dio alrededor de 300 conferencias. Augustín tenía ya treinta años y todavía estaba soltero, según parecía, aún no había encontrado pareja a su medida. Pero en el curso de sus actividades en la universidad popular del distrito XIV de París, encontró a la que el 17 de diciembre de 1902 habría de convertirse en su esposa, Rosalie Louise Napias. Esta jovencita era descendiente de un seguidor de Fournier y de una aijada de Marie Deraisme. Era una activa feminista que colaboraba en la revista “La Fronda” bajo el pseudónimo de Blanca Galien. Había conseguido atravesar las puertas de la facultad de medicina. Educada en el instituto Pasteur, fue la primera mujer farmacéutica de Francia. Augustín Chaboseau poseía la rara facultad de poder llevar a cabo al mismo tiempo gran cantidad de actividades diferentes. Estas fueron tan numerosas que cuando se estudia su biografía, cuesta creer que pudo llegar a realizarlas al mismo tiempo. Su pasión por la organización del trabajo le llevó a colaborar en la bolsa del trabajo donde dio cursos de legislación obrera. También utilizó en este organismo su don de lenguas ya que fue traductor e intérprete de doce lenguas vivas. Esto no le quitó tiempo para traducir “La Legislación Obrera en los Estados Unidos” de W. F. Willoughty (23), y para completar este trabajo con notas y una introducción en la cual pone de relieve el avance de este país por delante de Francia. Siempre sensible a la emancipación de la mujer, traduce “La reglamentación del Trabajo de las mujeres y de los niños en los Estados Unidos” (24), así como una “Guía práctica de la legislación Obrera” (25) y también redactó un “Manual de Legislación Obrera” que constituyó una Obra maestra. Sus estudios sobre el mundo obrero le llevaron a inquietarse por el abandono del campo, y sobre este tema escribió “la desertización del campo”.


EL COMPROMISO SOCIAL

Hacia 1990, abandonó sus artículos literarios en manos de sus colaboradores y se consagró a las revistas científicas. Colaboró en “La revista de París”, la “Revista científica”, la “Revista general de las ciências”, etc... Su estudio sobre la Constitución de 1875 bajo el título “Realizaciones democráticas” le valió grandes honores de la tribuna de la cámara de diputados. Terminó un “Estudio Histórico sobre los Constituyentes de 1848” que fue publicado bajo el patrocinio de la Sociedad para la Historia de la Revolución de 1848 (bajo la presidencia de G. Renard) (26). Más tarde, Alexandre Levais le confió la redacción de su primer volumen de “La Historia de los Partidos Socialistas en Francia” (de Bebeuf a la Comuna, 1911) (27). Sus actividades políticas fueron más y más numerosas. Después de su fracaso en las elecciones municipales de 1908 (28), en 1911, pasó a ser secretario del diputado Pierre Goujon. Augustín Chaboseau un enamorado de la naturaleza era “un ecologista” antes de que éste término estuviera de moda. Con su amigo Anselme Changeur participó en la “sociedad para la protección de paisajes de Francia” en 1913. La sede de la Asociación será su propio domicilio, la calle Jenner de París. Fue miembro de la Junta Directiva de esta Asociación en 1919, y publicó de 1913 a 1934 artículos sobre la protección de la naturaleza em “Figaro”, “Tiempo” y en el Boletín de la Sociedad para la Protección de Paisajes de Francia.


SECRETARIO DE ARISTILDE BRIAND

La primera guerra mundial estalla en 1914. Augustín Chaboseau es un hombre que se compromete apasionadamente en los asuntos de su país, por lo que no podrá soportar permanecer apartado por razones de salud. Quería defender a su país por lo que ofrecerá su trabajo desinteresado en el ayuntamiento del distrito XIII. Rápidamente se dio cuenta de que este trabajo rutinario no correspondía sus conocimientos y que podía ser más útil en otros campos. En este momento es cuando toma contacto con su antiguo amigo Aristilde Briand, que a la sazón, era Ministro de Justicia. Este, en razón a la petición que le fue formulada, en el mes de Septiembre le nombra secretario particular suyo. Cuando Aristide Briand sea nombrado Presidente del Consejo y Ministro de Asuntos Extranjeros, conservará a Augustín a su servicio. Durante esta colaboración que duró hasta 1917 (30), tuvo que representar al ministro en el transcurso de numerosas manifestaciones oficiales. Durante este período, Augustín Chaboseau llevó a cabo misiones secretas a cerca de algunos políticos de los Balcanes. De esta forma conquistó la amistad de numerosos jefes de Estado, tales como el presidente Pachith y el Rey Alejandro de Yugoslavia (31). También estuvo muy unido con el ministro plenipotenciario de Servia en París, Milenko R. Vetnitch. Este último era un gran admirador de los poemas servios que habían sido traducidos por Augustín (32). El gobierno servio pidió que escribiera una obra histórica, “Los Servicios, Croatas y Eslovenos”. En Yugoslavia estos dos volúmenes han llegado a ser libros de texto en las clases de francés. A su autor, le valieron el título de “Comendador de la Orden de San-Sava”, condecoración que le fue enviada por el Príncipe regente Alejandro, el primero de diciembre de 1919 (33). Entre sus numerosas relaciones, imposibles de relatar aquí, debe ser señalada su amistad con Roland Bonaparte. Algunos años después de la guerra, de 1922 a 1929 colaboró en “Mercure de Francia”. Debemos señalar su artículo: “Latouche rehabilitado” (1919). Henri de Latouche (1785-1851). Primer editor de Henri Chenier, fue además escritor. También era Martinista, y fue el iniciador de Adolphe Desbarrolles. La pasión de Augustín por la protección a la naturaleza es conocida sobre todo por su participación en la protección del Parque de Scenaux. El propietario de este parque no tenía medios para mantener un terreno tan grande, y en 1923, había decidido parcelarlo y venderlo. Gracias a la sociedad para la protección de los paisajes de Francia y al apoyo de diversas personalidades, consiguió evitar la destrucción de este magnífico espacio verde, haciendo que la propiedad fuera comprada por el Departamento del Sena en Julio de 1923. Augustín Chaboseau había propuesto en el mes de Junio, instalar en el castillo de Escenaux el museo histórico arqueológico de Ile de France. El proyecto fue adoptado en diciembre de 1930, bajo la dirección de Jean Robiquet, Augustín Chaboseau se convirtió en su adjunto y conservó este cargo hasta la declaración de la guerra en 1939.


LA ORDEN MARTINISTA TRADICIONAL

Después de la guerra de 1914-1918, Augustín Chaboseau frecuentaba el “Gran Oriente” de Francia y “Derechos Humanos” con los que estaba relacionado desde hacía años. Pronunció diversas conferencias en “derechos humanos” y participó en sus actividades hasta 1937. Cabe preguntarse la causa por la que Augustín eligió frecuentar las Logias masónicas en vez de unirse a las Logias Martinistas. Es necesario decir que la situación había cambiado grandemente desde el fin de la guerra. En efecto, Papus había muerto el 25 de octubre de 1916, antes de terminar la Primera Guerra Mundial. Después de esta fecha, la Orden Martinista había caído en un período letárgico, ya que la guerra había dispersado a los miembros del Consejo Supremo, haciendo imposible por ello, el nombramiento de un nuevo Gran Maestro (34). Sin embargo, varios Martinistas intentaron en esta época, tomar la dirección de la Orden. Entre todos habían deformado el Martinismo de una manera que escandalizaba a Augustín Chaboseau. Después de haber comprobado las numerosas deformaciones del Martinismo Lionés y Parisiense, reunió de nuevo a los últimos permanecientes del Gran Consejo Supremo en 1891 y restauró la Orden en 1931. Se procedió a la elección del Gran Maestro y fue Augustín el que fue elegido. Sin embargo, dejó este cargo en manos de Victor-Emile Michelet. A la muerte de Michelet, en Julio de 1938, Augustín Chaboseau asumió el cargo de Gran Maestro. A la Orden que de esta manera había reanudado actividades, los Martinistas añadieron el calificativo de “Tradicional” para distinguirla de los diversos movimientos no ortodoxos. Por este gesto, los Martinistas reivindicaban “la perennidad de la Orden fundada por Papus junto con ellos... afirmándose como los únicos que justificadamente podían manifestar esta regularidad” (36). La Orden Martinista Tradicional permanecerá discreta hasta su entrada en la F.U.D.O.S.I. a finales del año 1939. A partir de esta fecha, Augustín Chaboseau se convirtió en uno de los tres Imperators de la F.U.D.O.S.I. (36). Desgraciadamente la guerra de 1939-1945 iba a contrariar los proyectos de los Martinistas. Esta “maldita guerra” afectó profundamente a Augustín Chaboseau, que había huido de la capital con sus nietos y había buscado refugio en su querida Bretaña (37). Terminó en Saint-Servan, (cerca de Saint-Malo) sus últimos volúmenes de la “historia de Bretaña”. Su hijo Jean se encontraba en el frente, y era Madame Jeanne Guesdon quien le reemplazaba como secretaria administrativa en sus relaciones con el extranjero. Jean Chaboseau conseguía, a pesar de todo, volver de vez en cuando. En las Navidades de 1939, Augustín y Jean Chaboseau, al igual que Georges Lagreze, estaban de nuevo unidos y trabajaban en la reorganización de la Orden Martinista Tradicional, que por causa de la guerra, actuaba en la clandestinidad. Fue entonces cuando enviaron una grata carta a Ralph M. Lewis. Hacia el fin de la guerra, a pesar de la ocupación, tuvo que volver a París. Algún tiempo antes de finalizar la guerra, los soldados alemanes irrumpieron en su casa y saquearon su biblioteca. Necesitaron un camión para llevarse los libros, de tantos que había. Afortunadamente, Augustín Chaboseau había sido prevenido a tiempo, y tuvo tiempo de destruir los documentos que atestiguaban sus actividades iniciáticas, escapándose de esta forma de lo peor. “Hasta las últimas semanas, su actividad intelectual fue muy intensa: quince días antes de su muerte, redactaba notas para un trabajo posterior, trabajaba en un poema de doce cantos sobre Buda (desgraciadamente quedó interrumpido en el canto siete), y había escritodos conferencias para las futuras reuniones Martinistas. El dos de Enero de 1946, murió calma y serenamente, su pobre cuerpo era ya demasiado débil para que en él permaneciera su espíritu”.

Así acaba este relato de Augustín Chaboseau. Todavía queda mucho que decir sobre sus realizaciones literarias (por ejemplo, su colaboración en la gran enciclopedia Larousse), políticas e iniciáticas. Pero lo esencial era poner al descubierto a un ilustre Martinista que, “estando nutrido por la doctrina del amor y de la caridad del Martinismo, por los estudios trascendentales de la Rosa-Cruz y de Saint-Yves de Alveydre” (39), se esforzó toda su vida en poner en práctica los más altos idealesque un hombre puede concebir.


La Cámara de Dirección de la Orden Cabalistica de la Rosacruz
El Consejo Supremo de la Orden Martinista Tradicional
El grupo Martinista Brocéliande
Le informan de la partida hacia las Esferas Superiores
Del Hermano PIERRE AUGUSTÍN CHABOSEAU
Presidente de la Cámara de Dirección de la Orden Cabalistica de la Rosacruz
Gran Maestro de la Orden Martinista Tradicional
Presidente del Grupo Martinista Brocéliande

“No temo morir en el deseo de unos mejores pastos Ya que ante mis ojos, como si de un espejo se tratara, aparece La Vida Futura.”


NOTAS

1. “Victor-Emile Michelet, Poeta Esotérico”, Richard Knowles, Vrim, París 1954;

2. Tan solo hay que hacer una pequeña reseña biográfica: “Vida y misterio de los Rosa Cruces”, de Jean Claude Frére, Maison Mame, París 1973, que a pesar de algunos errores, está bien documentada;

3. A esto hay que añadir una importante cantidad de documentos y correspondencia con numerosas personalidades, así como los documentos de su hijo Jean Chaboseau, debemos agradecer a Madame M. C. que ha tenido la amabilidad de confiarnos estos preciosos documentos;

4. Pierre I, llamado “mal clérigo” porque había colgado los hábitos, era hijo de Yolande de Courcy y de Robert II, Conde de Dreux y de Petche, tenía por abuelo a Robert I, hijo mayor de los cuatro de Louis VI, el gordo, cuyo tercer hijo fue Luis VII, el joven, padre de Philippe Augusto. Pierre I fué armado caballero por el Rey de Francia en 1209. Ver “Historia de Bretaña antes del siglo XIII”, Augustín Chaboseau, pag. 218 y 152, ed. la bolsa de las ideas, parís 1926;

5. “In Memoriam, Augustín Chaboseau”. R. Louise Chaboseau, pagina 1 y notas de Augustín Chaboseau sobre el origen de la familia Chaboseau;

6. “Mi libro de bordo...” pag. 3 y 4;

7. “In Memoriam...” pag, 5;

8. Ver “Los pioneros del Espiritismo en Francia, Documentos para la formación de un libro de oro sobre las ciencias psíquicas” recogidos por J. Malgras, lib. “sobre las Ciencias Psicológicas”, París 1906, pag. 104;

9. Jean Macé fundó la “Liga Francesa para la enseñanza” en 1886, con el fin de favorecer la difusión de la instrucción en las clases populares. Desde 1967 lleva el nombre de “Liga de enseñanza y de educación permanente”;

10. René Caillet, fundador de “L'Etoile”, diario en el que participó Augustín Chaboseau, despues de haber sido un néantista y un positivista, fue convertido al espiritismo por Leymarie en el año 1870;

11. Este museo fue fundado por E. Guimet (1836-1918), industrial y arqueologo, a la vuelta de la misión que le había confiado el Ministerio de Instrucción Pública para ir a estudiar “in situ” las religiones del extremo Oriente. Se instaló primeramente en Lyon cerca del parque de la Tete d'Or, inaugurado por Jules Ferry el 30 de Septiembre de 1879. E. Guimet lo transfirió en 1884 a París, plaza de Iéna, con el fin de ponerlo al alcance de los buscadores. En 1945 se convirtió en el departamento de artes asiáticas del Museo del Louvre;

12. Amelie, nacida Nouël de Latouche, era la sobrina del poeta Henri de Latouche;

13. “Mi Libro de bordo...” pag. 87. Augustín precisa que no solamente A. Desbarrolles inició a Amélie en el Martinismo, sino que también él le enseñó algunas técnicas de pintura. Es preciso recordar que Adolphe Desbarrolles, antes de consagrarse por entero a la quiromancia, era un pintor de talento, (sobre este punto, ver el “diccionario Histórico y Racional de los pintores”, por Adolphe Siret, Bruselas 1883, Tomo I, pag. 270);

14. “Mi libro de bordo...” pag. 270;

15. “Ensayo sobre la vida y la doctrina de Saint-Martín, el filósofo Desconocido”, E. Caro, París Hache 1852; “Saint-Martín el Filosofo Desconocido” J. Matter, París 1862; “La filosofía Mística en la Francia del siglo XVIII, Saint-Martín y su Maestro Martinés de Pascually”, A. Franck, París 1886;

16. “Mi libro de bordo...” pag. 88. Esta última información es muy importante, ya que precisa que la iniciación que recibió Augustín Chaboseau de Amelie de Boisse-Mortemart, no era tan solo una iniciación a la lectura de Saint-Martín;

17. “In Memoriam...” pag. 10;

18. “Ensayos sobre filosofía budista” in 8º, Ed. Carre, París 1891, este libro ha sido reeditado en 1946 por la librería Astra;

19. “In Memoriam...” pag. 14;

20. En 1921, reunió en una obra titulada “La Halte a la sombra”, las numerosas obras en verso que habían aparecido en varios periódicos y revistas, en 12º, Casa Francesa del arte y de la edición 1921;

21. “Una petición de boda”, libro in 4º, París Delamain y botelleau 1922. “La ciudad eterna”, editada en “la Acción”, como folleto, y después en 1911 por la Casa de publicaciones Literarias y Poéticas;

22. María Deraisme, feminista de los primeros tiempos, estuvo también en colaboración con Georges Martin, en el origen de la creación de la primera masonería mixta, el Derecho humano, en 1893. Su hermana Mme. Anna Feresse- Deraisme actuará como testigo en el matrimonio de Louise y Augustín;

23. Editado por Giard y Briere, en París en 1903;

24. Editado por E. Cornely en 1907, despues en 1908;

25. Publicado por Giard y Briére, París en 1910;

26. Folleto in 8º, París E. Cornely 1911;

27. En 12º París, Mare Riviére 1911;

28. Fue candidato del Partido Socialista (S.F.I.O.) por el distrito 13 de París, barrio Salpêtriére;

29. Después del primer congreso internacional para la protección de la naturaleza que tuvo lugar en París del 30 de Junio al 4 de Julio de 1931, cuyo congreso fue abierto por un discurso del Presidente de la Republica Francesa, Albert Lebrum; Augustín Chaboseau dio una conferencia sobre “los parques nacionales en los Estados Unidos”. Los trabajos de este congreso fueron publicados en 1932 por la Sociedad de Edición Geográfica, Marítima y Colonial, en 1932, con el texto de A. Chaboseau, pag. 391;

30. Aristilde Briand (1862-1932), después de la guerra fue partidario de una política de reconciliación con Alemania. Fue once veces presidente del Consejo y diecisiete veces Ministro de Asuntos Exteriores. Firmó el acuerdo de Locarno en 1925. Fue también uno de los organizadores de la Sociedad de las Naciones, que en 1946 se convertía en la O.N.U.. En 1926 recibió el premio nobel de la Paz;

31. Ver “Vida y Misterios de los Rosacruces”, Jean Claude Fréres, Maison Mame, París 1973, pag. 134;

32. “Los servicios y su epopeya nacional” en 16º, Bossard París 1919, publicado con un prefacio de M.R. Vesnitch;

33. “In Memoriam...” pag. 21;

34. “Con Papus muere el Martinismo”, Jollivet Castellot; “Ensayo de síntesis de las Ciencias Ocultas”, E. Nourry, París 1928, pag. 189;

35. “El Martinismo”, Robert Ambelain, Niclaus, París 1946, pag. 174;

36. Para todo lo concerniente a la historia del Martinismo, ver el artículo “El Martinismo, historia de una Orden tradicional” en esta misma revista;

37. “In Memoriam...” pag. 25;

38. “In Memoriam...” pag. 25;

39. “In Memoriam...” pag. 14.